Después del Invierno




Después del Invierno

El Invierno nos recuerda que es necesario morir para renacer.
Todos pasamos por ciclos que acaban y otros que empiezan,
por momentos difíciles y tiempos de gozo. Y no es casual.
Unos y otros se presentan para nuestro aprendizaje y crecimiento.
Lo que es necesario saber siempre llega a la medida de cada quien.
Lo que cuenta es la actitud que tomemos ante cada experiencia
porque es la que nos permite actuar con sabiduría o torpeza.

Después del Invierno donde todo se enfría
y los brotes de vida aguardan,
llega siempre la Primavera.
Viene entonces un tiempo de resurgimiento,
de reencuentro con la luz. Y este nuevo despertar...
nos invita a sentir agradecimiento y a ser parte de la vida una vez más.
Y en este ir y venir de la existencia, a los seres humanos nos toca
aprender y enseñar, recibir y dar, y más aun...
servir con amor a la vida.

No se puede enseñar lo que se lee en los libros,
simplemente repitiendo frases hermosas o profundas,
porque estas sólo adquieren su real dimensión cuando se han vivido.
La grandeza exige un proceso. Cada etapa tiene su valor, su porqué.
Encontrar el para qué es la clave.

El invierno es esa pausa necesaria para meditar
y evaluar el camino recorrido.
Pensar en uno mismo puede ser sano,
pero ir a la montaña a buscar ayuda superior...
ser guiados por la Chispa Divina que hay en nuestro interior
es lo que nos corresponde a los seres humanos.

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